Después de las vacunas se pueden tener reacciones locales como dolor, inflamación, enrojecimiento, calor o nódulos en la zona de inyección, o generales, como fiebre, dolor o malestar general. Para paliarlas, aplicar frío en la zona o tomar un antitérmico o analgésico. Si no mejoran, consulta a un profesional sanitario.
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