1. Si la persona todavía respira, anímala a toser para que expulse aquello que le está causando la asfixia. 2. Si la persona no puede respirar pero sigue consciente, dale 5 golpes secos en la espalda. 3. Abraza la persona por detrás, pon los dos puños bajo del esternón y empújalos con fuerza para adentro y hacia arriba.
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